14/6/11

Ser y no...

Eres todo y nada
Abundas y te desperdicias
Yaces y no haces falta
Resaltas en lapsos
Mientras te secas por la espalda
Amas mientras lloras
Y ríes cuando odias
Detienes el tiempo por fatiga
Y no por precaución
Te niegas a la vida
Aún cuando la madrugada te reclama

Blanca Helena Soler

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Entonces quita la esperanza de mis sueños
Y abre un nuevo espacio para solo admirarte
Donde la luna no reconozca una renuncia
Donde la noche haga sombra de mis venas

Vivir así
Es morir en la gloria perpetua del sentimiento
Porque tu pensamiento
Besará mi recuerdo enlutado
Aquel que inmaculadamente
Deseará tu pasado

Blanca Helena Soler

4/2/11

... Yace la luz

Cuando se muestra de igualdad
En la imprescindible forma de mirar
El extraviar de cesantes humanos
Que a la vida le tejen
Lo copiado en el bosquejo
De la historia…
De esa historia recargada
Minada de desperdicio
En basurero inhóspito contemporáneo
Que se adula de importante
Cuando desechos enlodan los pasos
De transeúntes caminantes de tiempos corridos
Sin prever que la desdicha
No es más que una llaga sin resuello
O un marcapasos de destellos
Donde la luz se toma en cualquier parte
Oscura, brillante o titilante
De acuerdo al temor de echarle mano
Aún cuando se pierda
En lo profundo del misterio…

Yace la luz…
Porque en otro universo está…
Pero ha de regresar
Para darle color…

Blanca Helena Soler

...dignidad y ocaso...

Y vienen en manada
Desde la manzana que une al callejón grande
Voces feroces que suenan como maullidos
A la oreja del lobo
Fugaz de mente alta

Unos con otros entrelazan sudores de terciopelos
Que a la nariz del chacal
Produce alergia ligera de vástago egocéntrico
Y su respirar se hace tan viril como rigidez adolescente

Trasiega penas y llantos como el baúl de muertos
Y espera en el asiento su acecho de tres garras protegidas por su dios
Lima y piensa
Piensa y lima
Y se va escurriendo su sangre vertida toda en la hiel
Vistiendo su airón
Estirando las alas que entre pluma y pluma
Alborota el olor inmaculado
Del raposo viejo encantado
Salvador de la hecatombe
Sobreviniente del hambre consumidora en el aguante
Y dinamo de la tristeza
Sus rasgados ojos mugrientos
No alcanzan el infinito aunque lo desee
Pero tiene unos cuantos más
Que vigilan su periferia
Emanando de su furia las propias destrezas
Para calmar el bullicio de los aullantes borregos

Sangre rueda en concreto
Aunque ufanen libertad
Perdiendo la potestad bajo látigos deprimentes
De la cola del verdugo
Que se apropia de los llantos
Hambre y sed vuelven a su espacio
Sin saciar el deseo…
… Dignidad ante su muerte.

Blanca Helena Soler

Ya ni existes...

Es la irracionalidad la que te arrastra
En tanto que pensar en tus desatinados movimientos de hace tiempo
Que te configuran en rígido e impertinente ser
Que ya no ve el amanecer
En el constante cambio que cada día
Emerge en un nuevo mundo impensable para la humanidad
Que nos exige dinamizar
Todo proceso de hallarnos frente a evolucionados hechos
En el que piensas borrar de tu lenguaje
La palabra maldita del amor
Pisando las lágrimas de rotas promesas
Oxido de la evocación en el abismo del ahora
Le niegas al presente la salvación
Hurgando en el barro de tu memoria
Con la mirada perdida hacia la frontera irreal
En la que se descompone el tiempo
Libras en tu interior una guerra sin sentido
Abrazada a la imprudencia
Y jugando a la ruleta rusa con la muerte
Prefieres entregarte al frio de las noches
Esperando que cambie al rojo
El semáforo de un sueño
Y frágil en la debilidad de tus sentimientos
Cada paso enreda tu sombra en el espejo
Sintiendo las horas del insomnio
Perdidas entre el humo asfixiante de los automóviles

Blanca Helena Soler