18/9/16

Egos

Es el eco de la nada
Que canta en arreboles
Tiñe transparente el sonido
Y ciega destellos y olores...
Cambia el lóbrego su imagen
En su perpetua hendidura
Que rebasa la firme cordura
Del ego y sus pretensiones
El brillo inmaculado permanece
Escondido bajo la raza del saber
Cada cuenta, cada cosa
Es venerable de aprender
Como señuelo de la vida
En sonido de campana
Toca un lado y rosa la espalda
Del cordón con que ha hilado
Un vil espadachín
Rasca el lomo de su amo
Lame el suelo donde pisa
Y acopla sus veranos.
Raída su prisa

sume el beso mercenario.

Blanca Helena Soler

Sin saber

Inmersa en el claro oscuro de un cuarto hecho anhelo
Padece la sabiduría en preguntas de nido de pez
Entre aire y agua desvanece el sentir de lo lógico
Entregada a la duda del actuar infinito del valor
Por cuanto ya no hay amor
Ni de miel, ni de ortiga
No hay sortija, ni fatiga
Solo la espesa entraña que se engaña
Haciendo luces de quereres
Más no abre la puerta
Al infinito infarto de la gente
Que goza un instante sin excusas
Sin evaluar sus próximas huestes
Desafiando la lluvia y la sequía
Con toda irracionalidad...
Mentir no es más que el engaño escrito

De un espanto de aceptación

Blanca Helena Soler

Sosiego

Convidame a tu brazo
Llena el vaso que te refleja
Insiste en amarme en mi oreja
Y falla cuando no te haga caso
Levanta el mentón de fracaso
Soba tu frente advertida
Abre tus ojos a mi
Y renueva el aura de vivir
Haz calma en tu lecho potente de monstruos ocultos
Prende un cerillo imaginario
Y ata cenizas venideras
Habla en tu lengua del invierno
produciendo ganas de verbenas
Un vino, una nota, un pentagrama

Una cama sin sábanas
que harán el espacio eterno.

Blanca Helena Soler

Me dijo

Te volví canción, me dijo un día
Fuiste mía cuando ya no me tenías
Para mi serás ni más, ni menos de lo que yo para ti
No logras ocultar tu encanto cuando me tienes en tu mente
Pero yace quien más lejos está del amor y vive quien más cerca esté de sí
No compares mi existir con el de alguien, ese aquel es tan puro como yo, en el profundo respirar de la vida
Calma tu tragedia interior, no te hace bien volver a tenerme
Vale más un corazón remendado y lleno de cicatrices por amoroso, que un corazón intacto sin haber conocido el amor
Y Ha de ser muy triste morir asfixiado con palabras que jamás se dijeron por culpa del miedo
El amor sólo recuerda a los valientes
Así que recuerda lo que te digo.
Y...
Hoy lo recuerdo.


Blanca Helena Soler

Claroscuro

Un día el brillo de sus ojos se esfumó
Sin saber cómo reinventarse
Sintió que claudicaba sin la intención misma
En un universo de posibilidades que mostraban su espalda
La vida tan solo se dedicó a llenar sus huecos, y aunque de vista llena y colores matizados
El paisaje no era más que un encuentro transparente de verbos conjugados al azar
Manteniendo el respiro de la dicha abstracta
Dejó que el aire la tocara... la elevara frente a su peso
El peso que libra la balanza de lo infinito y absurdo
Por el día que llega y se va...
La luz insiste en reanimar el brillo de sus ojos
Con el anhelo de encontrar el sentido de lo posible...

Blanca Helena Soler

Luz de luz

Enciéndome sobre parafina
Y bailo con la brisa
Con el ritmo de lo alto
Y la sombra larga del reflejo
Poco a poco me ensancho
Con puntas de experiencia
Abro la mente a lo eterno
Aunque más bajo encuentre el suelo
Soy llama que mientras dure
Danzará y brillará
A pesar de que me soplen
Y me quieran apagar
Porque el garbo de mi vena
Ya está hecho de carbón
Entre melodías de vientos
Y razón en el corazón

La naturaleza.


Blanca Helena Soler P.

Por cobardía

Partiste sin haber llegado
Tan solo a la proximidad del camino
Salí a tu encuentro con el pecho inflado
De palpito, sangre y amor inmaculado
Avisaste que llegarías entre risas y llanto
Súplicas por besos y deseos reprobados
Abriste puertas golpeando estrados
Corrías de obsesión sin medida y reparos
Tu mirada hinchada avisaba el faro
Dos, tres pasos más para montar el dardo…
Y la sombra… la sombra inerte que te había consumado
Alcanzó tu ímpetu y deseo desbocado
Te abrazó de nuevo y amarró cual esclavo
Te tiñó de oscuro y te hizo atado

Entre ondas en el viento
Escucho tus gritos amargos
No te escuchas, solo gimes
Y llenas la vida en disparos
A una diana blindada que regresa tu bala
A la herida que por cobarde te has habituado.

Blanca Helena Soler

No... no

No me tomes en serio si te encuentras con mi verdad y te asombras
No me tomes en serio cuando naveguemos en las profundidades de mi riachuelo seco
No me busques entre enramadas de espinas bajo un árbol que niega la sombra
No te niegues a sentirme a la luz sin prisa de una cigarra
Paso andante melodioso y pegajoso
En la virtud humana de los sentidos
No importa si es vacío
No importa si es un brío
Acampa en tu lugar del mío
Abraza el infinito de mi dedo frágil
Y lleva con prisa el amor que arde
Que no tibie, que no enfríe
Que queme lo inmensurable
Así en cenizas mantenga
El deseo mismo de la piel que arde... Y no.

Blanca Helena Soler

Contigo y en soledad

Si eres cada palabra que pronuncio... ¿Qué es de mí y mi vida?
Si eres mi aliento en cada suspiro... ¿Qué es de mí y mi vida?
Si te beso aunque no estés y te siento... ¿Qué es de mí y mi vida?
Si por cada pensamiento busco tu esencia y existir... ¿Qué es de mí y mi vida?
Si cada camino hacia adelante fija una meta en ti como pie... ¿Qué es de mí y mi vida?

Mi vida es eso que me dejas ver y sentir de ti, pero si te vas no será la muerte, tan solo el nuevo comienzo de un diálogo, respiro, sentir y pensar en soledad; esa que nunca se va y nunca dejo, esa que me hace feliz, mientras tú no estás.

Blanca Helena Soler P.

Mi color azul

Eres mi color azul
Matizado desde el blanco puro y brillante
Hasta el profundo del más grande mar
Azul de paz y tranquilidad
Azul de risas y toques mágicos
Azul de verdes praderas y rojas rosas de jardín
Azul de pajarillos mensajeros y hojas secas del bosque
Azul de montañas poderosas y ríos crecidos de furia
Azul de cantos, gritos y euforias
Azul talismán y fe
Mi azul de creación
Eres mi gran azul perdido y presente
Eres mi azul primavera
Azul... aquí te veo.


Blanca Helena Soler

Todo

Quiero ser tu madrugada tibia
El alba de sonidos expectantes, melodiosos y dulces
Un abrir de ojos resplandeciente y colorido
Tu primer beso al despertar, como el halo de motivos para reír y soñar
Quiero ser tu obra mágica en medio de la turbulencia de tus experiencias
Déjame ser
Tu compañía eterna


Blanca Helena Soler

Para qué

Para que el calor en medio de la lluvia, si tu mirada congela las palabras
Para qué el abrazo del ocaso, si tu respiro oprime mi corazón
Para qué el dulce sueño en medio de la noche, si tu cuerpo está ausente...
Para qué susurrar en cada paso de camino en la noche, si tus sentidos ausentes no dicen nada
¡Basta ya! 
¡Basta! 
No finjas existir en un mundo en que la vida te reclama un gesto de experiencia y sentimiento, un atizar de emoción o una palada de motivos
Acércate a la vida
Ven
Intenta refugiarte en mí, o en otro lado de la existencia quizá, pero haz presencia de tu vida frente a lo humano.


Blanca Helena Soler

Prefiero...

La curva desguañangada
La luz dulcemente temible
La noble oscuridad
La sonrisa de la lágrima
El calor de la nieve
El estiaje de la lluvia
El alivio del dolor



Blanca Helena Soler

21/1/16

Colores de vida

Tantos colores lleva el alma
Y desteñidos fluorescentes raciocinios
Incrustados en sensaciones motivadas
De acuerdo a cada emboscada de la existencia misma
Aquella que permite el respiro
Del vago aliento en alimento de la vida
La suya, la mía, la de otros, sumada en potencia
De amarguras y dulzuras que entremezclan sin sabores
Deleitando lo humano, lo fémina, lo viril
Mariposas enfundadas en el perfume de cualquier carmín
Van y vienen abriendo ojos lánguidos y perplejos
Atónitos de realidades y espejismos
Colores y suertes echadas, abandonadas y refugiadas
En rocas blandas apartadas de la tierra
Rodeadas de una árida costumbre
Esa costumbre de no esperar la muerte


Blanca Helena Soler

Pensamiento

Apartando cualquier hechizo empírico
El pensamiento se hace botella
Transparente y turbio de sinfonía distócica
Hambriento y secular cual lugar lúgubre de danza magistral
Honores que atañen a la embestida de un toro cornudo
Que tapa su boca antes del sudor de sangre
Advierte una engullida de experiencias repetidas sin alivio
Nada más que el foco directo de las culpas asesinas
Hirientes, bellacas… enviadas por la sociedad
Ese cumulo de gentes con aplausos marrulleros que cubren un puñal
Buscando la parte noble más fácil de ensartar
El pensamiento se hace bomba
Idólatra, ciego, mantenido y humillado
También se hace digno
Soberbio, asertivo, proclive y justiciero
Hasta sumergirse en el vuelo oscuro sin luz
Guiado por el olfato
Nada más que la intuición sonriente de un ávido discurso acertado


Blanca Helena Soler

Amor y sustancia

El amor… gran cauce de valentía temblorosa
Que lleva a chorros el goteo de deseos
Delirantes y fuertes
Oscuros como brillantes
Tan Dulces y tan agrios
Cuerdos en la locura
Amables en zonas de desprecio
Hacedores de guía continua
Deseos que se escriben sin pluma
Pero se leen a trasluz
El amor rumbo de vientres alegres
Remisorios de lo que aún no sucede
Dispuestos a el bautizo de la pasión
Placer infinito de sentir motivado
Alivio de dolor hasta hacerlo inmaculado
Amor de todo y del vacío que aún no existe
Pero llena a cuenta gotas
La dicha de experimentarlo


Blanca Helena Soler

En el hielo...

El pingüino lleva en su lengua
El calor ardiente del aliento
De la pasión coloquial que bate su cintura
Mientras su pelaje brilla como el hielo
Envolvente a sus pies descalzos resistentes
Una vez detalla su hembra
Prepara su afecto eterno
Inalcanzable por el sol
Arrullado por la luna
En medio de estrellas diurnas
La brisa mece su actitud
Su mano emplumada
Permanece intacta sobre el hombro de ella
Ella que solo permite el calor de esa lengua
De quien batió su cintura


Blanca Helena Soler