Boceto entre tenidos...

Pinta pintor el cielo
En ese azul claro con ondas
Con ese blanco de rosas
Con esa estrella y su fuero

Mírale bien lo estrecho
Lo ancho, luz y color
Márcale bien las sombras
Hechas rojo y canción

Adereza de vetas los campos
Que entre nube y nube se quedan
Ponle color violeta
Mientras la vida me espera

Así quiero que pintes
Pintor… tu vida…

Píntala junto a la mía
Que ansiosa ella…te espera

Trae contigo pinceles
De exquisita fibra y pieles
Sueños de muchos colores
Y de tu gusto los sabores
Para plasmar en mi lienzo
La dulzura y los calores
De este amor anhelado
Fértil y bañado
En pasiones y ternura
De lujuria y perdones

Así pintor mío
Crearás la más bella obra
Que forjará de sobra
Cumplir con la misión
De pintarnos inmortales
Cálidos y soñolientos
En todo un firmamento
Vago para dos

Blanca Helena Soler

La tristeza de Miguel...

Oh Miguel!
De la guerra… Sólo guerra!
Cuerpos dormidos en crepúsculo aliento
Desorbitadas miradas de gran estupor
Aire expirado
Ira revuelta
Novelesca figura de barro pintado
Del mismo barro arado!
Que allí le llevó…

Mente en desbarajuste que apabulla en lo cruel
Ignominia del ser
Que contra si se lanza
No midiendo en la balanza
Su peso y el de él
Que en castañuelas boicotea
Esboza, mendiga y languidece
Probando en entremeses
Hallar baja la marea

Digno no! …de una sonrisa
Tan solo es estimable
De un palo que con su astilla
Franquea su valía
Derrumba, maltrata y enmudece
Como rey inquisidor de doble vuelo
No de zurda, ni derecha
De un alón que señala el norte
Mientras otro ignora el sur

Malditos! Carroñeros casta añil
Que se ceban de lo que aborrecen
De lo que les fastidia y enloquece
De lo que necesitan para creerse…

Basta con ver a Miguel…
Su estática y confusa mirada de firmamento
Que va vistiendo su cuerpo
De ironías y desangre
Haciéndole el desaire
A la vida de perderlo

Solo con ver a Miguel
Me estremezco
Niño de auras frescas
Y mejillas sonrojadas
Que va perdiendo calores
Y cayendo en pesares
De la nuca a su espalda

Pensador de ese libreto
Ese mismo de su instante violento
Buscando motivos o inventos
Para no amainarse
Para querer agarrarse
A este pasado incierto
Que lo va dejando en segundos
Sin su alma y su aliento!

Miguel hecho chamusca
De carita sucia y desvelada
Va silbando una tonada
Que lo lleva al cementerio
Detrás el viejo Tiberio
Que lo arrulla y en su seno
Porta no más que una maraca
Que hace tono en su alharaca
De lágrimas y desprecio
Por la guerra maldita guerra!
Que a su hijo ha coligado
Ha humillado y ha encajado
En la muerte fría y tiesa

Entre tanto Teresa
Reza, reza y reza
Por los padres nuestros que resucitan
A su hijo en lo eterno
Confiándolo a los ángeles
Fieles guardianes de sus sueños
Omitiendo vergüenza
De haberlo engendrado
Sin antes haber notado
Que de la guerra… solo guerra!

Miguel, su taita y su madre
Los tres murieron en la nada
El a su fosa menudita
Adornada de cigarras
Ellos a su rancho viejo
Compuesto de quejos
Esos que con ecos
A través de todos los tiempos
Contarán de la tonada
Silbada por Miguel
Rumbo a su explanada

Oh Miguel!
Mundo cruel este
Que te agrede con huestes
Y despeina en aventuras
Te quita lo que es tuyo
Y se adueña de tu vida…
Mientras el turno…
Persigue a María.

De la guerra… solo guerra!

Blanca Helena Soler

Cabalgando el aire

Cabalga sobre esa brisa y el paso del tiempo
Ajusta bien su cincha
Repara sus estribos
Al apero dale prisa
y échate a correr
Planea si es menester
Ondea en la locura
Abrázate a su cuello
Pero no te dejes perder…
Busca en sus zancadas
Todo sentimiento
Exalta en el firmamento
Todo lo que te angustia
Y si la brisa se derrumba
Y te lleva hacia el suelo
Afianzarte es lo que queda
Y alzar tu propio vuelo

Doma todo lo salvaje
Que a tu vida esgrime
Libérate de las dudas
No temas a la aventura
Manteniendo la cordura
En una loca desventura
Que te priva del ser
Desgastando tu placer
De extasiarte entre apetitos

Vuela y sube a tu ritmo
Que otro no te puntee
Mantén más bien distante
Todo lo que detenga
Ese viaje y plan de anchura
Que llevas hacia lo lejos
Más allá de las cosas
Que atisban y envenenan
Tu débil compostura.

Monta tu corcel brioso
Y desbócate con él
No pierdas el estribo
Pero juégate en su haber
Que entre subida y bajada
Esa brisa cálida brisa
De fresco abrigará tu piel

Blanca Helena Soler

Disuélveme

Quiero escapar de mí…
De mi novedosa ilusión
Esa que trasmuta lo irreal
Y aterriza en mi verdad

Quiero escapar de mí…
De mi definición intangible
Versada en lo increíble
De lo que debe ser

Quiero escapar de mí…
De mí hecho egoísta de muerte
Que no busca más que su suerte
Y de este piso huir

Quiero escapar de mí…
De mi deseo a tu humanidad
Que humilla mi claridad
Frente a todo mi existir

Escapa tú de mí…

Blanca Helena Soler

De la esperanza ceñida

Duerme, duerme esperanza mía
No despiertes aún sin resultados
En claustro de la suerte impía
Que omite mantenerte en risas… y viva
Calla y descansa en mi regazo
Relaja tu haber en mis hombros
Crea sueños entre ocasos
Que yo velaré por ti entre escombros,
No morirás te lo prometo
Te aliviarás entre sombra y luz
Y erigirás como estructura en concreto
Para resarcir mis daños colgados en cruz,
Devota de mis anhelos
Has sido fiel a mis propósitos
Infundes soporte a mis consuelos
Y fervor a mi humano claustro.

Blanca Helena Soler

Sombra perdida...

Con el alba expandida
Y el olor a leña en mi bolsillo
Divisando lo inmediato, más allá y más allá
Esperando a tu regreso
Tertulias de grandes historias
Reconciliaciones y de ellas… cuentos
Que graben mi memoria
Para contar a los muchachos
Esos que habitan el parque y
De retentiva agraviada que
Sorbiendo entre calientes guisos
Lo amargo de la savia
Juegan mientras cantan
Maldiciendo resultados

Falso, falso, falso es su diario
De tinta negra escrita por infames
Negativo en todo caso
Al tratarlos como rasos
Rompiendo en mil pedazos
Su vida de hoja seca
O borrarlos como error

Son cuentas vivas, no muertas
Convertidas en querellas de ilusiones perdidas
Angustias… desatinos dejados en frío
En lo claro de la conciencia

Positivo será el sabido
De culpable de tal escritura
Que erró en ortografía
En tamaño y color
Atisbando en ocasión
Mentiras de mentiras

Aquí te espero…
Con la verdad y la suerte del vago
Que dejó a mi muchacho
Tendido en angustias
Nublando sus ojos
Hasta no despertar

No regreses sin la súplica
Aquí te espero!

Blanca Helena Soler

Y... qué prefieres?

El centelleo vacío de tu ardiente cerda
Inmuta el oscuro punto donde me encuentro
Ignoras por completo mi aposento
Y haces mi vida fría como tan lerda
Me acerco lentamente a tu fibra
Y atizo con instrumento el fuego
Que dejará verme desde lejos
Entusiasta y como animosa hidra

En conversión de lo común
Tu brillantez no permeará la mía
Pues estriba de mí carácter de cría
Como el sostén esforzado de un talud
Que tu albor ilumine incluso de día
Tu constante desempeño
Y al abrir de tu falencia enseño
La suelta de tu corriente vida

Más inerte ante la ansiedad
Se nota la soberbia de tu querer
Paso firme ante el saber
Que soy más atroz que tu crueldad
Aunque parezcas a la rudeza
Es más bien indiferencia
Necia y bruta compañera tuya
La que te hace como desdicha

En mis favores esta
Que existas candente o tostado
Que te permita brillar
O sucumbirte en tinieblas
Pero aún en desigualdad
Te dejo la escogencia
A mi noble y digna cordura
De qué prefieres para la existencia.

Blanca Helena Soler

Un baile pasado…

Cantaba a tu son
El paso tan solo cuestión
De escucha
Hasta cuando abrías la ducha
Pa´cantar asunción

Bailaba a tu ritmo
Marchas de lado
De frente y atrás
Y tu hombre voraz
Disfrazado inmaculado

Paseaba distraída
En pro de tus pasos
Hacía a tu conveniencia
Convencida que era ciencia
Lo certero de tus casos

Pero tarde aprendí
Que es mi propia música
La de bailar, cantar, seguir
Hasta la vida morir
Sin que estés en mi lúdica

Cambia el tiempo y lo recuerdo
Desde la primera vez
Cuando al verte sonreía
Todo te creía
Por alegrarte tal vez

Ahora en mi desdén
No te pienso, ni te sueño
Te ignoro y acomodo
A mi propio vals
Ese que de tiempo atrás
Debí marcar a mi paso
Sin darme para ti
Antes de ver el ocaso
Y esa luz apagada
De veinte y treinta llamaradas
Que encendiste en mí existir

…Ahora antes de morir
Canto en las cenizas
Y te dejo en la brisa
Olor a mi…

Blanca Helena Soler

Despedida eterna... Noche de dos...

Tú, el mar, la playa y yo
Destiñendo el color del amor
En despedida absurda
Castigando al sonido del tambor
A golpes de corazón
La dulzura y el placer
De sentirnos y el haber
De frutos complementos
Para tu piel y mi piel

Marcando en el recuerdo
Cada espuma que ondea
En retazos de agua sobre puesta
Que se atreven a la arena
Grabarle mi antojo y tu ego
En un texto que mojado
Contará esta fantasía

La noche aunque clara
De sombra nos deja
Reclamando el motivo
Que entre mares nos acerca
Agonizando en lo inerte
De palabras y quejas
Que llevan al deploro
Por amores que se alejan

Playas grises y blancas
Matices de polvo y cristal
Mantienen su despertar
Pendiente de los sucesos
Y más allá de los hechos
Mi corazón romperás
Estallará en mil pedazos
Y su estruendo se oirá
Al otro lado del mundo
Al otro lado del mar
A donde nadie ha ido
A donde nunca lo verás
Luego de que te marches
Y te lleves mi mirar
Mis labios con mis besos
Mi piel, mi respirar
Mi vientre con mi resuello
Mi sexo y extasiar
Mi rubrica de gente
Mi dictado y mi andar
Mis mejores deseos
Mi espacio y cantar…

Son de amores que a lo lejos
Pronto estará
Compartiendo el olvido
Y lo claro del color
Ese que desteñido
Y un adiós fingido
Por sus savias reñirá

Ahora en despedida
El cielo probaremos
Aunque prefiero el limbo
Y permanecer en tu cuerpo
Ese que me entregas
Y penetras en mi aliento
Ese que sabe a gloria
Y a buen pecado eterno
Que sacudes en el lecho
De esta noche magna
Mal disfrazada y secuaz

Adviertes el disfrute
Jadeas y me llamas
Y gritas extasiado
No dejar de amar
A esta loca que te entrega
La vida y un poco más

Cae una gota de mis ojos…
… De tus ojos…
Y un abrazo arenoso
Fuerte como el peso del mar…
Nos dice que ya no es más…
… y nos deja partir…

Aquel mar, aquella playa
Entre tú y yo
No perderá el olor
De aquella noche
Gran noche
Noche de gala y sentir
Aunque el color del amor
Destiñó en la partida

Blanca Helena Soler

En Cualquier Dirección, Pero Lejos De Aquí...

Es hora de que camines
A lo lejos y al infinito
A Uribamala en el norte o en el sur,
Pero déjalos respirar
Veles lo felices que están
Sin antojos de olor a yerro
Durmiendo y soñando lo eterno
Sonriendo no importa si enfermos
Pero sin ti
Saben que aún así
Existentes permanecerán

Es hora de que te marches
Ya has hecho bastante
Te agradezco por lo que otros te agradecen
Y examino lo que otros reconocen
El cifrado también lo leo
Analizo e interpreto
Sin tu turbia traducción
Pues para mí no es ilusión
Es realidad que se acalla

Es hora de que te vayas
Que abandones ese lecho
Que no es tuyo, ni del que viene
Es de mi propio pueblo
Ese que te permite
Dormir en las bondades
De cómodos lugares
Y girar un asiento
Que diriges ya sin resuello
Como que falla en el intento
De quedarte a respirar
Otro espacio más
Que no quieres dejar
Y sacudes y sacudes
Pero no te hace inmortal

Es hora de que te largues
A soñarte un mundo
Solo para ti
Donde no te incomode nadie
Donde tú solo ordenes
Y cosiates tu vida
A tu manera y dicha
Para la desdicha de quienes siguen tus pasos

Mundo de Dos...

Dame tu corazón y lo guardaré de mis ganas
Dame tu aliento y lo colgaré de la luna
Dame tus besos y los refrescaré con los míos
Dame tu pensamiento y lo envolveré en un velo
Dame tu dulzura y no dejaré que te empalagues
Dame tu sonrisa y la mantendré perfecta
Dame tus culpas y te daré el perdón
Dame tus deseos y los concederé todos
Dame lo que quieras y yo lo recibo
Solo dame lo que quieras
Que yo a mi modo lo recibiré en festeras

Y Yo…
Mientras…
Te doy mi corazón apetitoso y voraz
El aliento de mi alma cargada
Mis besos sedosos y cándidos
Y mi reflexión infalible
Lo dulce de mi existencia
El abrazo de mi voz
Una sonrisa de tu inspiración
Y la paz entre lapsos
Lo mágico del amor
Y así bailaremos
Tú y yo
Mientras
El mundo rueda sin distancias.

Blanca Helena Soler

A un lado...

Me hago a un lado
Para que tu existir no me confunda
Para dejar todo este enfado
De reconocer que a otra amas
De manera muy profunda

Sé que me lees entre espacios
Sé que me escribes entre ellos
Sé que me piensas aunque despacio
Sé que me extrañas en tus hechos

Aún así
Prefiero tomar un camino
Que no se cruce con el tuyo
Para que salga mi alma de este luto
Que embarga mi existencia
Y sentido bien sabido

Así lo quisiste y así será!
Con el dolor que me llena
Y aunque me mate esta pena
Te prometo
Que este corazón procurará
No molestarte jamás
Ni dejarse humillar
Por simplemente…
Quererte amar.

Tan solo me queda
Recordarte en mi aliento
Y ya sin más lamentos
Desearte felicidad
Que puedas lograr
Lo que te has propuesto
Y en este corazón abierto
Una amiga encontrarás.

Blanca Helena Soler