La tristeza de Miguel...

Oh Miguel!
De la guerra… Sólo guerra!
Cuerpos dormidos en crepúsculo aliento
Desorbitadas miradas de gran estupor
Aire expirado
Ira revuelta
Novelesca figura de barro pintado
Del mismo barro arado!
Que allí le llevó…

Mente en desbarajuste que apabulla en lo cruel
Ignominia del ser
Que contra si se lanza
No midiendo en la balanza
Su peso y el de él
Que en castañuelas boicotea
Esboza, mendiga y languidece
Probando en entremeses
Hallar baja la marea

Digno no! …de una sonrisa
Tan solo es estimable
De un palo que con su astilla
Franquea su valía
Derrumba, maltrata y enmudece
Como rey inquisidor de doble vuelo
No de zurda, ni derecha
De un alón que señala el norte
Mientras otro ignora el sur

Malditos! Carroñeros casta añil
Que se ceban de lo que aborrecen
De lo que les fastidia y enloquece
De lo que necesitan para creerse…

Basta con ver a Miguel…
Su estática y confusa mirada de firmamento
Que va vistiendo su cuerpo
De ironías y desangre
Haciéndole el desaire
A la vida de perderlo

Solo con ver a Miguel
Me estremezco
Niño de auras frescas
Y mejillas sonrojadas
Que va perdiendo calores
Y cayendo en pesares
De la nuca a su espalda

Pensador de ese libreto
Ese mismo de su instante violento
Buscando motivos o inventos
Para no amainarse
Para querer agarrarse
A este pasado incierto
Que lo va dejando en segundos
Sin su alma y su aliento!

Miguel hecho chamusca
De carita sucia y desvelada
Va silbando una tonada
Que lo lleva al cementerio
Detrás el viejo Tiberio
Que lo arrulla y en su seno
Porta no más que una maraca
Que hace tono en su alharaca
De lágrimas y desprecio
Por la guerra maldita guerra!
Que a su hijo ha coligado
Ha humillado y ha encajado
En la muerte fría y tiesa

Entre tanto Teresa
Reza, reza y reza
Por los padres nuestros que resucitan
A su hijo en lo eterno
Confiándolo a los ángeles
Fieles guardianes de sus sueños
Omitiendo vergüenza
De haberlo engendrado
Sin antes haber notado
Que de la guerra… solo guerra!

Miguel, su taita y su madre
Los tres murieron en la nada
El a su fosa menudita
Adornada de cigarras
Ellos a su rancho viejo
Compuesto de quejos
Esos que con ecos
A través de todos los tiempos
Contarán de la tonada
Silbada por Miguel
Rumbo a su explanada

Oh Miguel!
Mundo cruel este
Que te agrede con huestes
Y despeina en aventuras
Te quita lo que es tuyo
Y se adueña de tu vida…
Mientras el turno…
Persigue a María.

De la guerra… solo guerra!

Blanca Helena Soler