No lo advirtió el dolor
Ni la lluvia fría hipotérmica
Cuando el calor en medio de un visón
Se acercó en la penumbra vana
Para asir de su cuello la sangre
Temblorosa y teñida de rojo
Bastarda, alimentada de hinojos
En un ritual de desespero
El calor dentro del visón
Poseyó la fuerza
Esa que conservada de néctar cristalino
Y reservada en libertad rebelde
Apura el paso hacia su muerte
En irreprochable desvarío
Denigrante acto para morir…
Después de un destino escabroso
Magullado y remendado
Por la fuerza de un clarín
Que ordenaba el recompuesto
Pecho al trecho… de la vida y la lid
¡Salta el fuero inmaculado!
Del sollozo gris ojo
El único que tenía
Para dilatar la luz
Que llenaba el alma en corrida
Y mostraba su regreso
No tuvo más que su peso
De defensa en pleno
Y las vivas ganas de morir
No antes de desentrañar del visón
El calor de ese cuerpo
Y vivirle con aquel frío
Parco, tieso, indolente y febril
Que lo llevó a darle impulso
A la lucha por su vida
Tibia y sin visón
Hellen
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Normas de uso
• Esta es la opinión de los internautas, no del adminsitrador de la página
• No está permitido registrar comentarios injuriantes o contrarios a las leyes vigentes.
• Reservado el derecho a eliminar los comentarios que considere fuera de tema.
• Los mensajes aparecerán publicados en unos minutos.