Enajenada

Dulce locura que de tu cuerda me llevas
A donde no existen carcajadas de vergüenza
Donde la brisa fresca no es más que el sentir
Del querer abolir todo lo que me quema
Dulce locura que con tu imagen transformas
Todo lo oscuro en brillante belleza
Y deleitas en mi franqueza
El suave aroma de la verdad desnuda
Dulce locura que emanas de mi pensamiento
Todo en burlesco a esta ignominia de mundo
Y disparas flechas de emociones
A todo lo que en él se atraviesa
Dulce locura que acompañas
Mis días, mis noches y tal vez un mañana
Mantente en firme junto a mí
Para no enterarme de lo que pasa
Dulce locura extasiada en quebrantos
No me des tanto
Aunque más de ti quisiera!

Blanca Helena Soler