La luz de sus ojos encandila mi alma oscura
Penetra sin más a mi postrero son… de frágiles notas
Que mantiene armonía desvanecida en discurso conjugado de ilusiones
Motejándole de valiente y suelto
En sonido supersticioso y extraño, también de poco significado
Que a la larga se enmarca en resignación…
Notorio es como se arrostra lo que trae una decisión
Más sin lograr, ni intentar ver el allá de hoy
Y aunque peligroso al sentir
Disculpo el yerro que me ha llevado hasta aquí
Como vicio propio departido de críticas
Y que prescinde del deseo de vivir
Oh tono luminoso!
Que trasluces mi alma perdida..
Que tiñes de soberbia encantada
Por el dominio de mí,
Pero ya! En perorata unificada
Me aíslo de la emisión del cruel espejismo
Que en ti se refleja como lo que arde y mata
Recíprocamente contraigo tú y mí existir
A no dejarte ir
Llevándote al derroche mi amor
Preso de tu vanidad consumida y feliz
Y que a la postre no forja sino
La poquedad de tu corta pequeñez…
El abismo te espera
Y tú en la orilla sin arnés…
Indagarás en lo profundo… qué atenuará tu dolor en la caída
Y ya no teniendo cerca la huida…
Verás de mí con los brazos abiertos….
Blanca Helena Soler
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